lunes, 11 de octubre de 2010

La desmotivación sobre personas más o menos motivadas

Copio literalmente aquí el post "Idea radical: por qué los líderes no deberían ser gerentes" de @ por su interés, a mi modo de ver:

Idea radical: por qué los líderes no deberían ser gerentes

"Retomamos ideas radicales. Hablo en masculino, pero podría ser en femenino. Lo mismo da que da lo mismo, aunque a lo mejor entre las mujeres es más fácil de entender porque muchas de ellas demuestran su inteligencia no siendo gerentes. Advierto también que esto es una generalización: me equivocaré porque habrá excepciones. Como siempre, se trata de un simple juego para exprimir ideas.


La separación entre gestión y liderazgo viene de mucho tiempo atrás. Recuerdo que yo manejaba unas diapositivas en las que en su día plasmé ideas que John P. Kotter había escrito en varias publicaciones (podéis consultar este resumen de uno de sus artículos en Harvard Business Review). Es una idea simple: una cosa es mirar al corto y medio plazo. Otra bien distinta levantar la mirada para desplegar pensamiento estratégico. Una cosa es distribuir balones cuando estamos en pleno partido o planificar la temporada, y otra bien distinta desplegar una idea de juego que ilusione.
Por otra parte, aquí también hemos puesto en tela de juicio las sacrosantas teorías de líderes y no líderes: Fuera líderes, Sin líderes: la continuación y Sin líderes and stigmergy: tercer capítulo. Tiramos ahora un poco más de ese hilo para proponer no mezclar churras con merinas. Hoy, gerenciar un negocio -vale, no siempre, pero sí en un buen número de ocasiones- es “enmarronarse”. Si a quien es capaz de otear el horizonte le ponemos a escarbar la tierra en cinco metros a su alrededor, ¿qué surge de ahí? Pues lo mismo no surge nada bueno.

Claro que cuando hablamos de liderazgo podemos irnos a toda la monserga de habilidades blandas, de liderazgo femenino, de “te escucho”, de “te entiendo y me pongo en tu lugar”. Pero esto la mayor parte de las veces es lo que decimos los consultores para autoconvencernos de que sí, de que se pueden hacer cosas y que lo mismo es un buen nicho de mercado. Porque luego el jefe de jefes se va a pedir auxilio al apóstol Santiago. Perdón, es una broma; no digo que sea traficante de drogas ese señor. No, eso (al menos) no lo parece.

Así que cuando una persona es capaz de mover, de ilusionar, de concitar interés, de facilitar, ¿no deberíamos tratar de que huya de la gerencia como de la peste? ¿Para qué queremos líderes que se sublevan contra su propia esencia en aras de las miserias cortoplacistas? Ya, ya, pero, ¿quiere esto decir que deberíamos promover que actuaran como agentes libres? Tampoco es eso, sólo digo que podríamos probar a que su influencia informal no se formalizara. Es decir, que siguiera sucediendo sin que el sistema formal le pusiera corbata y le hiciera tirar del plan de gestión anual.

Porque la influencia natural es cosa sana, ¿no? Quiero decir que cuando ves personas que aúnan intereses y gente en torno a un proyecto, lo que ves es eso: ilusión. Y no tanto capacidad de organización, de seguimiento de objetivos, de planificación y todo ese arsenal paramilitar del management actual.

Entonces, ¿cómo sería una empresa cuyos líderes no tienen poder formal? Más entretenida, desde luego. Más sorprendente y menos previsible. Porque, claro, a veces sucede que las empresas echan buenas capas de desmotivación sobre personas más o menos motivadas. No es que “añadan” sino que “restan”. Aburren, limitan y colocan fronteras para que la gestión sea posible. Y las personas, a veces, no son “gestionables”. Confundimos lo que hacen con lo que son.

Bueno, dejo el hilo para quien quiera continuarlo. Me disculpo porque estaré tres días casi huido de la vida civil en Internet. Cosas de no querer hacer el juego del roaming a estos ladronzuelos modernos llamados operadores de telecomunicaciones (ver pdf acusador). Viva la Europa sin fronteras y el capitalismo salvaje."


2 comentarios:

  1. hola alejandro:

    Pues me ha gustado mucho este enfoque que haces porque creo que en determinados casos y organizaciones funcionaría muy bien. Como dices Gerenciar es enmarronarse y muchos líderes o generadores de energía pierden sus habilidades cuando les asignan funciones para las que no es que no estén preparados sino para las que pierden su efectividad.
    Un saludo

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  2. Muchas gracias Fernando por tu comentario ;-)

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